Tercer Ciclo Cine Club Álamos: “Cine y Natura”

Te invitamos a disfrutar del tercer ciclo del Cine Club Álamos, en esta ocasión de manera virtual. A través de 6 películas nos adentraremos en la relación entre cine, hombre y naturaleza:

  • Domingo 5 abril – Baraka / Ron Fricke / Estados Unidos, 1992  / 96 min.
  • Domingo 12 abril – Capitán Fantástico / Matt Ross / Estados Unidos, 2016 / 118 min.
  • Domingo 19 abril – Fitzcarraldo / Werner Herzog / Alemania, 1984 / 158 min.
  • Domingo 26 abril – La Ciénaga / Lucrecia Martel / Argentina, 1999 / 103 min.
  • Domingo 3 mayo – Monos / Alejandro Landes / Colombia, 2019 / 105 min.
  • Domingo 10 mayo – Nausicaä del valle del viento / Hayao Miyazaki, 1984 / Japón / 116 min.

Cada una de las películas será transmitida vía streaming, para luego abrir la reflexión y conversación en línea. La actividad será guiada por Matías Lorenzo Muñoz, realizador audiovisual y director.

Para ser parte solo debes visitar www.filmmar.com/cineclub los días domingo a las 20:30 horas. Sugerimos conectarse a través de computador o TV. Todas la películas pueden ser vistas y comentadas en el mismo link, te invitamos además a leer los textos de Bárbara Huberman, periodista, que reflexionan sobre las películas del ciclo.

Sin inscripción previa.
Recomendamos participar a partir de los 16 años.
#culturaencasa


¿Qué es el Cine Club Álamos?

Un espacio de encuentro en torno al cine que nos permite aprender sumando la mirada de vecinos, vecinas y visitantes. Busca dar acceso y motivar la reflexión sobre la diversidad de estilos, narrativas y temas presentes en el cine, muchos de los cuales no son parte de los circuitos comerciales, y además se relacionan con la realidad actual, motivando el diálogo entre los asistentes.

*En Chile el Cine Clubismo se acoge en el marco legal establecido en los artículos 71-N y 71-Q de la ley 20.435 sobre la propiedad intelectual, que permite la exhibición de películas con fines de formación, sin lucro de por medio.

¿A quién está dirigido?

A vecinos, vecinas, estudiantes y público general, interesados en aprender elementos del lenguaje cinematográfico que le permitan valorarlo y disfrutarlo en su diversidad, y que busquen también participar de espacios de conversación y diálogo sobre diversos temas.

¿Cómo funciona?

Cada ciclo tiene una programación centrada en un tema, autor, género, entre otros, que en su conjunto motivan el diálogo y el aprendizaje. En cada sesión se proyecta una película, para luego, abrir un espacio de conversación y opinión, guiado por un mediador conocedor del tema, las obras y sus autores.

Baraka

Aclamado documental sobre la naturaleza del planeta Tierra. Rodada en 24 países diferentes, trata de captar la esencia de la naturaleza y la cultura de la humanidad y sus costumbres, al tiempo que señala las formas en las que el ser humano se relaciona con su medio ambiente. La aparente fragilidad de la vida humana es contrastada con la grandeza de sus obras, subrayándose la desigual relación entre hombre y naturaleza. Baraka no tiene argumento lineal, ni personajes ni diálogos, pero, en medio de estos enormes contrastes, la espiritualidad de la humanidad surge como el elemento más importante que la distingue de otras especies.

Baraka (Esencia de la vida) / Por Bárbara Huberman

Baraka es una antigua palabra sufi que puede traducirse como bendición, aliento o esencia de vida. Esta película se grabó en cinco continentes, 24 países, por lo que hay paisajes y escenarios tan diversos como planos urbanos de China, favelas de Brasil, templos en Nepal, paisajes de Tanzania, junto a otros lugares importantes de los EEUU y de Europa.

Baraka narra poéticamente la historia entre la naturaleza y la humanidad, y lo hace evitando las palabras, y exaltando las imágenes y los sonidos, mostrándonos un mundo más allá de las palabras. Este documental es una obra enteramente visual y musical, y expresa un intenso relato lleno de contrastes que invitan a la reflexión. El hilo conductor es la relación de la vida humana con el mundo, y el cómo las distintas culturas interactuán de diversas maneras con el entorno y con los mismos pares. Pasando de la cultura ancestral que aún vive en comunidad y conectada a la naturaleza, hasta la cultura urbana occidental de grandes ciudades, donde se fractura tanto el tejido social como el paisaje con el exceso de cemento y edificios. De esta manera, a través de las diferentes civilizaciones, culturas y tipos de sociedades que hemos ido desarrollando en el tiempo y espacio se va develando la compleja relación entre hombre y Tierra. Dos mundos que a ratos parecen opuestos pero que están obligados a cohabitar. Así “Baraka” pone en juego la dialéctica entre vida y muerte, entre el poder de creación del hombre frente a su gran poder destructor, la espiritualidad frente a lo material, lo ancestral frente a lo urbano, la ciudad masificada frente a la tribu familiar, las viviendas reducidas y hacinadas frente a los inmensos espacios libres del planeta, el trabajo artesanal de una tribu frente a la producción en cadena de una industria, la grandiosidad de la naturaleza frente a la fragilidad del ser humano y a la vez la fragilidad de la naturaleza frente al capitalismo e idea de progreso. Y en medio de estos contrastes, se presenta la espiritualidad de la humanidad, y se muestra como un elemento y una dimensión trascendental, la que nos diferencia con el resto de las otras especies, y también la que diferencia a la sociedad oriental de la occidental.

Pareciera que la espiritualidad es la luz y esperanza entre medio de la oscuridad. “Baraka” se vuelve entonces en una película que nos invita a reflexionar sobre nuestros comportamientos como seres sociales y como seres espirituales. Se nos muestra a un ser social capitalista, patriarcal, consumista, contaminante e individualista. Y el ser espiritual, como el que tiene fe, el que se detiene y reza, el que tiene un propósito más allá de la cadena de producción, el que tiene una corporalidad conectada con la ritualidad, y el que busca un sentido.. queriendo conectar con ya sea Dios, Buda, el Gran Misterio y/o la sabiduría ancestral. Baraka nos muestra la desertificación interior de la humanidad y el pesar que eso significa. Tal como dijo la poeta Gabriela Mistral “La humanidad es algo que todavía hay que humanizar”. Y al parecer esa humanización viene de la mano del camino de la espiritualidad, el camino que podría entregarnos la paz con nosotros mismos y con la naturaleza que queremos alcanzar. En este documental como en nuestro primer ciclo de películas, Utopía y distopía van de la mano, quizás porque sólo conociendo nuestras sombras más oscuras podremos aceptar nuestras dificultades y errores, y en base a eso deconstruirnos para así iniciar la transformación de un hombre y mujer nuevos.

Baraka
Año: 1992
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Ron Fricke
Producción: Mark Magidson
Guión: Ron Fricke, Genevieve Nicholas, Mark Magidsen, Bob Green
Música: Michael Stearn (convocando a varios artistas)
Fotografía: Ron Fricke
Productora: Magidson Films
Distribución: The Samuel Goldwyn Company

Capitán Fantástico

Ben es un hombre que ha pasado diez años viviendo en los remotos bosques situados en el noroeste de los Estados Unidos criando a sus seis hijos, junto a su mujer. Aislados totalmente de la vida moderna, de las comodidades de las ciudades y de la sociedad de consumo, Ben es un padre devoto que ha inculcado en sus hijos una peculiar forma de pensar y vivir la vida. Sin embargo, una trágica noticia hace que la peculiar familia deba dejar temporalmente su modo de vida en la naturaleza y volver a la civilización.

Capitán Fantástico ¿Una utopía del amor? / Por Bárbara Huberman

Matt Ross, actor de las películas “Psicópata Americano” (2000) y “El Aviador” (2004), dirige y escribe su segundo largometraje que le significó el premio por Mejor Dirección en la sección Un Certain Regard en el último Festival de Cannes.

Capitán Fantástico es un drama liderado por la prolija actuación de Viggo Mortensen, que funciona como un poderoso pilar para los más jóvenes. Mortensen interpreta al patriarca Ben Cash, quien junto a su mujer, han decidido criar a sus seis hijos en el bosque de manera autosustentable, conectados con la naturaleza, lejos de la educación tradicional y las concepciones capitalistas de la sociedad norteamericana actual. Sus hijos tienen la condición física para cazar su propia comida, pueden subir altas montañas y a la vez están letrados en literatura, historia y filosofía. Tocan diferentes instrumentos musicales y logran explicar, incluso los más pequeños, la complejidad del mundo sociopolítico.

El conflicto del film comienza con el suicidio de la madre Leslie y el funeral católico que arma su familia de origen para despedirla. Esta ceremonia rompe con la mirada budista que tenía el personaje de Leslie, quien además deja claro en un testamento cómo quería que fuera su funeral; como una fiesta, siendo cremada y luego lanzada a un inodoro. De esta manera, Ben y sus hijos deciden salir de su zona de confort, en el bosque, y comenzar una travesía en la ciudad para lograr cumplir la voluntad de su esposa y madre. El film se torna entonces en un road movie, donde los personajes emprenden un viaje existencial, y donde como espectador vemos los autodescubrimientos, superaciones y aprendizajes que vive esta familia en el camino a lograr su objetivo. Se podría hacer un paralelo con la comedia dramática “Little Miss Sunshine” (2006), películas que enganchan al espectador con el ímpetu de estas familias apasionadas, únicas, honestas y unidas.

El protagonista Ben está movido por la utopía de querer construir un mundo mejor, y tiene la convicción de que su forma es la correcta para lograrlo, pero sus propios hijos son los que hacen tambalear algunas de sus teorías y sus formas. En las primeras interacciones con la familia de Leslie, el personaje de Ben se muestra patriarcal, autoritario e intolerante, pero el personaje se va reivindicando y mostrando una faceta más cercana y amable cuando comienza a cuestionarse y modificarse gracias a la fragilidad que sus hijos sienten y le van expresando. Como por ejemplo, cuando uno de los chicos le grita que lo odia y le dice que quiere ser normal y celebrar navidad como todos, o cuando el hijo mayor le confiesa que se siente como un raro frente a otros y que quiere dar un giro en su vida y estudiar en una universidad. En esas dos escenas si bien Ben se ve afectado, aún presenta resistencias frente las ideas y sentir de sus hijos. El momento que da pie a la transformación del patriarca es cuando una de sus hijas sube el techo de la casa de sus abuelos, bajo sus instrucciones, y cae, terminando en un hospital. Esa fragilidad que aparece en Ben nos permite como espectador dejar de verlo como alguien soberbio, que tal como le dijo su cuñada, no escucha a los que no están en su estándar, y ver a un hombre soñador con ideales y valores justos, pero que como todos se equivoca.

Pero, ¿cuál es el punto de vista de la película? ¿Se prefiere el adormecimiento de los hijos por los videojuegos y la televisión? ¿O las dificultades sociales de adaptación de los hijos que se crían fuera del sistema? Da la sensación que el director no toma partido por ninguna de estas crianzas, y queda como en una posición neutra, donde critica a ambas. ¿Funciona eso a nivel de estructura narrativa? Ese espacio abierto deja preguntas sin respuestas que sin duda generan debate entre los espectadores: ¿Cómo construimos la moral y valores de nuestros hijos? ¿Por qué es inmoral que tomen vino y es naturalizable que jueguen videos juegos violentos de combate y guerra? ¿El que un niño sepa más que otro y sea más atlético lo hace mejor? ¿Por qué hacerlos competir? Si bien ideológicamente, la película muestra la cultura alternativa, se muestra aún bajo un sistema patriarcal, poco flexible y competitivo. Quedan las ganas de nutrir esa resistencia sustentable con una energía femenina, con más humildad y con un sentido de comunidad con más familias, donde se den lazos y trabajos cooperativos entre todos. Lo que sí, y con lo cual podemos hacer un paralelo con nuestro primer ciclo sobre la Distopía, es que este Capitán Fantástico se mueve y se modifica por la Utopía y por el amor a su familia, y ambas palabras son el sustento para gestar la esperanza de cambio que se anhela. Sin utopía y sin amor sería difícil poder construir otro mundo al que ya conocemos.

Capitán Fantástico
Dirección: Matt Ross
Año: 2016
Duración: 118 min.
Guión: Matt Ross
Música: Alex Somers
Fotografía: Stéphane Fontaine
Productora: Electric City Entertainment / ShivHans Pictures
Distribución: Bleecker Street

Fitzcarraldo

Brian Fitzgerald «Fitzcarraldo» es un excéntrico y megalómano hombre de negocios obsesionado con la ópera, ha ido perdiendo su prestigio y su fortuna en absurdas empresas sin futuro. Su último proyecto consiste en construir un teatro de ópera en un poblado peruano a orillas del Amazonas; para conseguir el capital necesario para financiar tan magna empresa se dedica al comercio del caucho. Su extravagante plan exige sacar del río un gran barco fluvial y transportarlo hasta la cima de un monte.

Fitzcarraldo ¿Una locura necesaria? / Por Bárbara Huberman

Fitzcarraldo es la película en la que Klaus Kinski encarna a un utópico empresario del caucho que sueña con llevar un teatro de ópera en Iquitos en plena selva amazónica de Perú. Es una película de ficción y documental a la vez, donde muchas escenas sucedieron en la realidad. Como la escena en la que una tribu de indígenas alza por la ladera de un cerro de quinientos metros de altitud un barco de vapor real, o cuando ese mismo barco se va por los rápidos del río, y choca contra grandes rocas. Esta es la película que Herzog estuvo a punto de abandonar mil veces, pero que finalmente completó. Esta es una película en la que el director puede ser aplaudido por ser considerada una obra maestra y a la vez criticado por lo que tuvo que hacer para conseguir hacerla. ¿En qué se diferencia el personaje de Klaus Kinski de Herzog, si ambos dos desafían la naturaleza con tal de cumplir sus sueños? Ambos dos dirigen talas de árboles, explosiones en caminos selváticos y el riesgoso trabajo de alzar un barco en una ladera por una tribu indígena.

Fitzcarraldo es sin duda la obra de un demente pero a la vez de un genio. Una película que nos habla de la importancia de cumplir los sueños y a la vez de la desmesura. Es de una belleza oscura y a la poética. Es cine de aventura y a la vez una pieza de autor. Un film fácil de aproximarse y también es irrepetible y bastante difícil de analizar. Y todas esas contradicciones y complejidades hace de esta película una experiencia irrepetible. Para muchos, incluso por el mismo director, Fitzcarraldo es la más importante que ha filmado. Herzog escribió unas memorias sobre el rodaje de esta película, las cuales tituló como “Conquista de lo inútil”. ¿Y qué es lo inútil? ¿la hazaña de un sueño? ¿la locura de desafiar a la naturaleza? ¿O el pensar la conquista como un todo y nada a la vez? Esta película está inspirada en la personalidad de Carlos Fizcarrald, comerciante de Caucho, quien fue conocido por su brutalidad con los indígenas y su desmesura: capaz de remontar un enorme barco de vapor por un cerro. Y ahí volvemos a la locura del realizador, que no es menor. Herzog decidió repetir exactamente la misma hazaña, elevando con poleas el casco del barco sin recurrur a maquetas ni efectos de ningún tipo, hiriendo a varios actores, cruzando el umbral de lo ético, y más que eso de lo humano.

Fitzcarraldo nos provoca, nos remueve, porque en su personaje protagonista descubrimos la fuerza de los conquistadores, pero también la ceguera e ignorancia del hombre blanco frente a la naturaleza y los pueblos originarios. Vemos a un hombre soñador, que es capaz de mover montañas para cumplir su sueño. ¿Pero, cuál es la percepción existencialista sobre la humanidad del director? ¿Somos mentes soñadoras y resilentes o mentes egocéntricas y egoístas? ¿Nos movemos entre ambos extremos? ¿Cuáles fueron sus motivaciones para realizar este film, conquistar lo inútil? ¿Para cumplir un sueño desmesurado? ¿O por el arte de hacer un cine arriesgado, poco común, cómo él mismo? No sé si Fitzcarraldo es una inutilidad o una locura necesaria. Quizás son las dos cosas a la vez, pero no podría afirmarlo. Y no sé si alguien podría en realidad. Lo que sí puedo afirmar es que una magnífica experiencia fotográfica y sonora para todos los amantes del buen cine.

Fitzcarraldo
Dirección: Werner Herzog
Año: 1982
Duración: 157 min.
Guión: Werner Herzog
Música: Popol Vuh
Fotografía: Thomas Mauch
Productora: Coproducción Alemania del Oeste (RFA)-Perú; Werner Herzog Filmproduktion
Distribución: Filmverlag der Autoren

La Ciénaga

A unos noventa kilómetros de la ciudad de La Ciénaga, está el pueblo de Rey Muerto, y cerca de ahí la finca La Mandrágora, donde se cosechan y secan pimientos rojos, y donde pasa el verano Mecha, una mujer cincuentona que tiene cuatro hijos y un marido que se tiñe el pelo. Tali, prima de Mecha, también tiene cuatro hijos, un marido amante de la casa, la caza y los hijos. Dos accidentes reunirán a estas dos familias en el campo, donde tratarán de sobrevivir a un verano del demonio. Pero no todos lo lograrán.

La Ciénaga: Pequeños detalles que vislumbran realidad / Por Bárbara Huberman

Lucrecia Martel es una de las directoras más representativa del cine argentino. La autora nacida en Salta ha mostrado sus intereses temáticos a lo largo de su filmografía; protagonistas pertenecientes a la clase media con problemáticas complejas, donde el mundo que construye está siempre amenazado, lleno de accidentes e inestabilidades. Primero hay una primera legibilidad del conflicto de sus personajes, pero después hay un sinfin de detalles que van develando nuevas capas de los protagonistas y sus conflictos. Detalles que van construyendo la realidad que Martel quiere transmitir. La naturaleza es otro elemento presente en sus films, por eso la incluimos en este ciclo “Cine y Natura”. En particular, la directora pareciera comunicar a través del agua, que aparece como un elemento trascendental para reflejar el estado psicológico de sus personajes.

La ciénaga (2001), es su primer largometraje, y se trata de un relato coral que por momentos se concentra en dos personajes femeninos: Mecha y Tali. El relato no tiene un tono narrativo clásico de inicio, desenlace y conclusión, lo que estimula diferentes interpretaciones en nosotros, los espectadores. El inicio y el final de la película muestran el plano de una piscina con agua estancada, que da la sensación que representa el sentir del ambiente familiar que retrata la directora; todo aquello que esta familia no se dice, no se cuenta, todo lo que no se conversa ni se busca revertir. Con esa agua estancada, Martel crea una atmósfera que genera una sensación perturbadora y asfixiante en el espectador, tan densa como el calor que está siempre presente, como otro elemento que aumenta la densidad de las escenas. La directora se sumerge en esa piscina de aguas turbias y a través de la repetición de la cotidianeidad, nos muestra la intimidad de una familia en descomposición. Una familia que por distintas razones, varios de los personajes poseen cicactrices y que en algún momento se encuentran en situaciones peligrosas, como un retrato duro a la decadencia y a la desesperanza del presente.

El año 2015 la revista Fuga entrevistó a Lucrecia Martel donde la directora contó una anécdota con respecto al estreno de la película La ciénaga: “…una señora de la panadería a la vuelta de la casa me dijo: ‘me dijeron que en esa película se ve bien cómo nos tratan’. Y yo digo, eso pasa en Salta hace siglos, ¿por qué uno lo logra ver en una película? Si es igual a lo que pasa en tu casa, no es más subrayado, ¿por qué cuando lo ves en la pantalla te choca? Eso es la fuerza del cine: lo que no ves a la vuelta tuya, de golpe sí lo ves en una historia reproducida en la pantalla”. Y de esta cita podemos rescatar la fuerte crítica a la clase media argentina que hace también la directora, en la relación que muestra entre “patrona” y “china” (como le decía despectivamente Mecha a Isabel) en el film.

En esta película un elemento recurrente es la repetición. Temas, frases y situaciones que se repiten, como por ejemplo la mención de la rata africana, el viaje a Bolivia para comprar los útiles escolares, la noticia de la TV sobre la aparición de la virgen en la torre del agua. Y esa repetición del cotidiano agudiza el sentimiento de estancamiento, y da la sensación de no salida. Eso sumado a que la cámara de la directora tiende a quedarse mucho rato en las habitaciones, en el encierro físico y psicológico de cada personaje, por lo que se comienza a entretejer una angustia de que esos niños y adolescentes no van a poder salir de ese laberinto y van a repetir la vida de sus padres. Tal como lo dice una de las protagonistas, Tali, en una escena en el auto: “Si no se habla, los niños lo van a repetir”. Pareciera que en esa frase está ese peligro constante que uno siente por cada uno de esos niños y adolescentes…que su destino ya está trazado y que no estará ausente de desgracias, accidentes, inestabilidades y desencuentros.

La Ciénaga
Dirección: Lucrecia Martel
Año: 2001
Duración: 102 min
Guión: Lucrecia Martel
Música: Herve Guyader, Emmanuel Croset
Fotografía: Hugo Colace
Productora: Cuatro Cabezas / TS Productions / 4k Films / Wanda Visión

Monos

En la cima de una imponente montaña, donde lo que a primera vista parece un campamento de verano, ocho muchachos guerrilleros apodados “Los Monos” conviven bajo la estricta instrucción de un sargento paramilitar. Su única misión es la de cuidar a «la doctora» (Julianne Nicholson), una mujer norteamericana a la que han tomado como rehén. Cuando esta misión empieza a peligrar, la confianza entre ellos empezará a ser cuestionada.

Monos: Una experiencia incómoda y sensorial / Por Bárbara Huberman

En la cima de una alta montaña, ocho niños guerrilleros apodados “Los Monos” conviven bajo la mirada del Mensajero, un duro sargento paramilitar. Estos niños ya adolescentes tienen la misión de cuidar una vaca lechera y a la doctora (Julianne Nicholson), una mujer americana a la que han tomado como rehén. Pero cuando la misión comienza a peligrar, la confianza entre ellos empieza a fracturarse, lo que da inicio a un viaje frenético y caótico en medio de la selva. No sabemos quienes son estos adolescentes, cuáles son sus nombres, cómo llegaron hasta allí, sólo conocemos sus apodos y nada más. No sabemos dónde están y qué ideología defienden. ¿Están ahí por propia voluntad o por obligación? No sabemos nada de su pasado, sus familias y sus objetivos. Todo es presente. Un presente peligroso, adrenalínico, ritualesco y violento. Incluso es difuso el país donde se encuentran, bien podría ser Colombia, pero no se dice en ningún momento.

Monos es una película perturbadora, angustiante y sensorial. Una película que entra por la piel no por la ideología, por lo que no se centra en defender o denunciar una guerra y sus responsables, sino que nos lleva a un viaje emocional, donde el director pareciera querer sacudirnos entre los graves dramas de estos adolescentes y el salvaje paisaje selvático, que es hermoso y hostil a la vez.

Cuando muere la vaca y se suicida uno de los integrantes de la manada, los adolescentes se ven obligados a dejar la montaña y adentrarse en lo más profundo de la selva (muy parecido a la película Apocalypse Now). En esta segunda etapa de la película, comienza un sin fin de acciones que generan otro ritmo. Parte con la fuga de la doctora, luego el asesinato al Mensajero por parte de unos de los guerrilleros que se toma el poder, y por último la escapada y persecusión de otro de ellos. Justamente, toda la persecusión organizada para encontrar al guerrillero Rambo está filmada como género de acción, donde vemos largas tomas y sentimos que el peligro acecha constantemente. Todo esto sumado a sonidos desconocidos y amenazantes de la selva, como angustiosas tormentas de insectos, y el fuerte sonido del imparable río. El director Alejandro Landes logra sumergirnos en un cine de guerra y acción pero desde el punto de vista de un grupo de niños, lo cual produce una fuerte incomodidad. Ojalá la infancia pudiera estar lo más lejos posible de la guerra, las armas y la violencia, esa es quizás la primera reflexión que uno tiene cuando termina la película…Seguido del comentario, “y pensar que así sucede en la realidad”. Por más atemporal que sea el relato, Landes logra desnudar una realidad dolorosa y cruda. Y a través de sus primeros planos, nos hace sentir el peso de ésta. La mirada de cada adolescente se queda en cada uno de nosotros. Como la mirada final de Rambo, donde sin saber qué pasará con él, en sus ojos vidriosos y asustados, vemos que algo profundo ya se quebró en él, y que difícilmente existe un nuevo punto de partida. Ese presente sin pasado que se narra en el film, nos deja la sensación amarga, que el futuro no será esperanzador para ninguno de los Monos.

Monos
Dirección: Alejandro Landes
Año: 2019
Duración: 102 min
Guión: Alexis Dos Santos y Alejandro Landes
Música: Mica Levi
Fotografía: Jasper Wolf
Productora: Coproducción Colombia-Argentina-Uruguay-Países Bajos (Holanda)-Alemania-Suecia; Franja Nomo / Campo Cine / Film I Väst / Le Pacte / Lemming Film / Mutante Cine / Pandora Film / Snowglobe Films

Nausicaä del valle del viento

Mil años después de una gran guerra, la Tierra aparece cubierta de bosques plagados de hongos venenosos y de insectos gigantescos. Los hombres han sido diezmados; los supervivientes viven en algunos poblados aislados y sobreviven a duras penas en las cercanías de un bosque contaminado con gases tóxicos e insectos mutantes gigantes, que cubren gran parte de la Tierra. Nausicaä es la princesa de El Valle de Viento, un reino minúsculo, rodeado de reinos más poderosos y hostiles. La crisis estalla cuando el reino vecino de Tolmekia, encabezado por la princesa Kushana, invade El Valle del Viento.

Nausicaä: ¿Venciendo a un enemigo externo o interno? / Por Bárbara Huberman

La película se inicia con la imagen de un pueblo solitario con apariencia fantasmal. Vemos a un hombre todo cubierto y con una mascarilla en su nariz y boca (bastante contingente para estos tiempos), lo que nos da a entender que el aire del lugar es tóxico y peligroso para los humanos. Luego el hombre comenta para sí: “Otro pueblo ha muerto”. Luego le señala al animal que lo transporta: “Vamonos pronto, este pueblo será consumido por el Fukai”. Vemos enormes insectos sobrevolando el pueblo, el cual está tapado de partículas blancas, el hombre se aleja rápidamente del lugar. Luego aparece el siguiente texto: “1000 años después de la caída de una gran civilización industrial, sobre la tierra cubierta por óxido y fragmento de cerámica, se extiende un bosque mortal de hongos llamado Fukai (Marea tóxica), el cual diseminaba miasmas venenosos y amenazaba la existencia de la decadente raza humana”. Con ese inicio, ya entendemos la pugna y tensión que propone el director Miyazaki entre humanos y naturaleza. Además de a poco se va develando el miedo que existe entre los humanos sobrevivientes por estos enormes insectos y estas esporas venenosas que podrían matarlos en pocos minutos. Así Miyazaki va instalando temáticas que parecen no pasar de moda y se hacen siempre contingentes. Como la relación del hombre con la naturaleza, el miedo desproporcionado e irracional ante lo desconocido, la guerra como una búsqueda de un nuevo orden y control, y el odio que ésta va esparciendo a medida que va destruyendo hogares, trabajos y vidas.

Nausicaä, la protagonista, es una princesa joven y valiente, que vive en el pacífico reino conocido como el Valle del Viento, cuyo lugar está libre de las esporas venenosas de las plantas. A través de ella, como espectador, vamos descubriendo otra faceta de la naturaleza. Si bien al principio se nos muestra un medio ambiente agresivo con el ser humano, Nausicaä, quien se da el tiempo de conocer los insectos y estudiar el Fukai, nos va mostrando otra faceta; una naturaleza que necesita gestar nuevas vidas, más allá de la humana, y que necesita abrirse paso como sea. Y al mismo tiempo nos va mostrando otra forma de relacionarse con el entorno; sin miedo, con amor, respeto y compasión.

La película da un giro, cuando la guerra y el odio llegan al reino de Nausicaä. Todo comienza con la caída de una nave del reino de Tolmekia que se estrella en medio del Valle del Viento. En esa nave viajaba un dios guerrero, que pertenecía a la era de los Siete días de Fuego, con quien los antagonistas quieren destruir todas las plantas e insectos para imponerse sobre la naturaleza y crear una nueva era, donde el humano vuelva a tener el control. Nausicaä tendrá que luchar para defender la vida, el amor y compasión por cada ser viviente de la Tierra, y también por mantener en ella esos puros sentires en medio del odio, la destrucción y la guerra que comienza a vislumbrarse luego de la invasión a su pueblo y el asesinato de su padre.

Miyazaki nos regala una oda a la naturaleza y a través de los ojos de Nausicaä, descubrimos toda la bondad que existe en esta, más allá de los peligros que podamos percibir en una primera instancia. Y por otro lado, a través de los otros personajes, el director nos deja una profunda reflexión sobre nuestro miedo desproporcionado hacia aquello que desconocemos, al punto de querer destruirlo completamente antes de conocerlo y poder verlo en su totalidad, con sus bondades y peligros. Todas estas temáticas y sentires se acompañan de una banda sonora que consigue involucrarnos en cada momento. Intercalando melodías más épicas para las escenas de lucha con temas más nostálgicos para esos momentos que el director quiere llegar a nuestro corazón.

Miyazaki, como en todas sus películas, nos regala una narración entretenida y profunda, la cual nos invita a dejar de percibir enemigos externos; entre nosotros y en la naturaleza. Si no más bien ver la peligrosidad de los enemigo internos que nos acechan, los cuales han causado grandes desastres a lo largo de la historia de la humanidad; el odio y el miedo irracional. Enemigos que parecieran vencerse con los más puros sentires, aquí representados por Nausicaä: el amor, la compasión, la empatía y reconociendo la bondad que existe en cada ser viviente

Kaze no Tani no Naushika
Dirección: Hayao Miyasaki
Año: 1984
Duración: 116 min.
Guión Manga: Hayao Miyazak
Música Joe Hisaishi
Productora: Hakuhodo / Nibariki / Tokuma Shoten / Topcraft