Ilustre Municipalidad de Santiago presta dos importantes obras de arte al Museo Nacional de Bellas Artes

La exposición “Episodio Monvoisin” abrirá al público el 10 de abril y reúne obras facilitadas por distintas instituciones del país.

El Museo Nacional de Bellas Artes presenta por primera vez una extensa exposición del pintor francés Raymond Monvoisin, figura clave del arte en Chile del siglo XIX, que reunirá un gran número de obras originales pertenecientes a distintas instituciones tanto públicas como privadas de nuestro país.

Entre ellas se encuentra la Ilustre Municipalidad de Santiago, que a través de la Subdirección de Cultura facilitó el préstamo de dos obras para ser exhibidas en esta importante muestra. Se trata de Blanca de Beaulieu, de 1832, y Aristómene, de 1824, que se exhibían en el Museo Palacio Cousiño de nuestra comuna. Ambas piezas fueron trasladadas con sumo cuidado al Museo de Bellas Artes en donde formarán parte de la exposición.

 

Otras instituciones que prestaron piezas para la exposición incluyen la Presidencia de la República, Centro Nacional de Conservación y Restauración, Museo Histórico Nacional, Museo Ciudadano Vicuña Mackenna, Banco Central, y Embajada de Francia en Chile, entre otras.

“Episodio Monvoisin” es el resultado de una investigación colectiva de más de 30 investigadores latinoamericanos y cuenta con la participación del curador argentino Roberto Amigo, quien coordinó el proyecto “Monvoisin en Latinoamérica” entre los años 2017 y 2024. La muestra se inaugura el 10 de abril y estará abierta hasta el 31 de agosto. Para más información visita https://www.mnba.gob.cl/

Sobre el artista

Monvoisin fue un pintor francés, migrante y emprendedor que, a lo largo de su vida, contribuyó significativamente al arte en Sudamérica. Llegó a Chile en 1843 en busca de mayor prestigio, invitado por el gobierno de Manuel Bulnes para asumir la fundación y dirección de una escuela de dibujo y pintura, iniciativa que no se concretó bajo su gestión.

El artista se caracterizó por retratar a la alta burguesía y clase política chilena. También realizó pinturas de género histórico, que permitieron construir nuevos imaginarios para la naciente República de Chile. Se trata de una figura central para la historia de las artes visuales de nuestro país. Introdujo un proceso de formación al alero del sistema de las bellas artes, en particular en las exposiciones y mercado del arte, y con ello una estética academicista, propia de los salones europeos de mediados del siglo XIX, relacionada con los nuevos ideales de la modernidad política y social que adoptaron las naciones recién independizadas de América. Además, fue impulsor de la primera exhibición moderna de pintura en Chile, con la muestra que realizó en 1843 en la Universidad de San Felipe.