El 9 de junio se celebra esta tradicional preparación que lleva el nombre del 25° Presidente de la República.
El Barros Luco es un sándwich clásico de la comida chilena, infaltable en las onces familiares y en las cartas de locales de comida a lo largo de todo el país y que sigue encontrando su público gracias a su simpleza y sabor. La preparación es simple: carne de vacuno a la plancha y queso derretido, con variedades que incluyen distintos tipos queso o de pan, aunque originalmente fue nuestra amada marraqueta, la que ya era reconocida por el naturalista Claudio Gay como parte de la mesa chilena en el siglo XIX.. Debido a su popularidad y larga tradición en Chile, el 9 de junio se celebra el Día Nacional del Barros Luco, fecha que guarda íntima relación con sus orígenes y la razón de su nombre.
El sándwich fue bautizado así en honor a Ramón Barros Luco (1835-1919), quien fue Presidente de Chile entre los años 1910 y 1915 y que nació un día 9 de junio. Su carrera política inició en 1861 como parlamentario, y posteriormente fue ministro de distintas carteras en los gobiernos de Federico Errázuriz Zañartu, Domingo Santa María y José Manuel Balmaceda. Durante su gobierno, se fundó el Liceo José Victorino Lastarria, se construyó la escuela de ingeniería de la Universidad de Chile, el puerto de San Antonio y se comenzó la construcción de la actual sede de la Biblioteca Nacional. Además, posterior a su mandato, apoyó la construcción del Hospital mixto en San Miguel, el cual también se bautizó con su nombre.
Se dice que Barros Luco era un fiel visitante de la Confitería Torres, un tradicional local que se ubica hasta el día de hoy en la Alameda, a pocas cuadras del palacio de La Moneda. El restaurante nació en 1897 y debe su nombre a José Domingo Torres, quien era mayordomo de la familia Fernández y que era afamado por su repostería y habilidades en la cocina, por lo que constantemente era requerido por las familias de alta alcurnia de la época. Debido a esto, sus patrones decidieron instalarle su propio negocio.
La Confitería Torres se transformó con el tiempo en epicentro de la vida intelectual y política de Santiago, y es ahí donde Barros Luco acostumbraba a pedir un sándwich de marraqueta con carne y queso, que no se encontraba en la carta. La preparación captó el interés de otros comensales y poco a poco comenzó a volverse popular. Así, una vez que Ramón Barros Luco fue elegido presidente, el local decidió aprovechar este momento y bautizaron oficialmente al sándwich en su honor, aunque también se cuenta que en esa época algunos lo pedían como “sándwich del presidente” o “sándwich presidencial”.
Para preparar un Barros Luco, la receta tradicional comienza con una buena marraqueta, aunque no es raro encontrar variedades con pan de molde tostado, pan amasado o frica. Luego, la carne que se usa es por lo general asiento o posta, la cual se golpea para que quede suave y se cocina a la plancha. Y para finalizar, se le agrega el queso, que puede ser gouda o mantecoso, para que se derrita sobre la carne.
Así sobrevive este sándwich hasta el día de hoy, transformándose con su simpleza y sabor en toda una tradición gastronómica de nuestro país.
Y para terminar esta nota, ¿cuál es el origen de la palabra sándwich’? Un estudio de la Universidad Mayor nos cuenta que, John Montagu, conde de Sándwich, fue un político inglés del siglo XVIII, que entre otras cualidades, era un jugador empedernido. Para no perder tiempo de juego, hacía traer a su mesa rebanadas de pan entre las que ponía rodajas de carne, por ello, al plato resultante de combinar carne entre panes se denominó ‘sándwich’ en honor a su creador. En nuestro país este término se castellanizó en Chile quedando coloquialmente como “sánguche”.