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Gabriela Mistral en Santiago: huellas de la poeta en nuestra comuna

 

Gabriela Mistral en Santiago: huellas de la poeta en nuestra comuna

Un día como hoy, pero el año 1945, una chilena recibía en manos del Rey Gustavo V de Suecia el Premio Nobel de literatura. Gabriela Mistral (Lucila Godoy Alcayaga), no solo fue la primera mujer en recibir el galardón, sino que la primera escritora latinoamericana en ser premiada con dicha distinción.

Al cumplirse 80 años de este gran reconocimiento, la Municipalidad de Santiago, además de conmemorar el hito, releva el vínculo que la poeta mantuvo con la comuna, donde vivió, ejerció como docente, participó en espacios literarios decisivos y recibió homenajes ciudadanos que forman parte de la historia cultural del país. Su relación con Santiago no solo se expresó en etapas clave de su trayectoria profesional, sino también en hitos urbanos y patrimoniales que hoy constituyen parte de la memoria local.

Los inicios de Gabriela: Santiago como escenario de los Juegos Florales de 1914

Uno de los hitos decisivos en la proyección pública de Gabriela Mistral ocurrió en Santiago, cuando obtuvo el primer premio en los Juegos Florales de 1914 con los Sonetos de la Muerte. El certamen, organizado por la Sociedad de Artistas y Escritores de Chile (SAECH), se celebró el 22 de diciembre en el Teatro Santiago y se convirtió en un punto de inflexión en su carrera, marcando su ingreso definitivo al panorama literario nacional. En esta ocasión fue distinguida con los máximos trofeos —la Flor Natural, la Medalla de Oro y una Corona de Laurel— y, a partir de esta consagración pública, adoptó de manera definitiva el seudónimo de Gabriela Mistral.

La poeta, que entonces tenía 25 años y ejercía como profesora en el Liceo de Niñas de Los Andes, envió al concurso su conjunto de poemas conocidos como Sonetos de la Muerte, inspirados en la pérdida de su prometido. Entre ellos destacaban “Balada”, “Tributación”, “Nocturno” e “Interrogaciones”. Aunque su obra fue celebrada por el jurado y el público, Mistral no asistió a la ceremonia. Las crónicas de la época atribuyen su ausencia tanto a la intensa carga laboral al final del año escolar como a su carácter reservado y a su incomodidad con las ceremonias ostentosas. Su decisión de mantenerse en el anonimato reforzó la singularidad del momento y contribuyó al interés que despertó su figura en la prensa.

A partir de este premio, su nombre comenzó a circular con fuerza en círculos literarios nacionales e internacionales, lo que impulsó la publicación de Desolación en Nueva York en 1922, obra que proyectaría su carrera más allá de Chile y abriría el camino hacia su reconocimiento mundial.

Gabriela Mistral 1914. Archivo del Escritor. Colección Gabriela Mistral, Biblioteca Nacional.

Gabriela Mistral 1917. Archivo del Escritor. Colección Gabriela Mistral, Biblioteca Nacional.

Una educadora que se forma y trabaja en Santiago

Antes de partir definitivamente de Chile en 1922, cuando tenía 33 años, Mistral se instaló por un tiempo en el Barrio Huemul, en la vivienda ubicada en Waldo Silva, la misma que hoy lleva una placa con su nombre. Desde allí caminaba diariamente hacia el Liceo de Niñas N.° 6, del cual fue su primera directora y fundadora, y que actualmente corresponde al Liceo N.° 7 Teresa Prats de Sarratea. Su trayecto cotidiano entre viviendas obreras, calles tranquilas y un barrio concebido como proyecto urbano moderno, la conectó profundamente con la vida cotidiana de la comuna.

El nombramiento de Mistral como directora del recién creado liceo no estuvo exento de dificultades. Tal como lo han documentado diversos académicos, debió enfrentar resistencias marcadas por los prejuicios de clase y género que la acompañaron a lo largo de su vida profesional. Venía precedida por su experiencia al mando del Liceo de Niñas de Punta Arenas y, posteriormente, del de Temuco; sin embargo, su llegada a Santiago implicó volver a demostrar sus capacidades en un entorno que veía con recelo a una mujer autodidacta, provinciana y sin estudios formales en una Escuela Normal tradicional.

Pese a ello, fue seleccionada para encabezar el nuevo establecimiento, gracias a la petición que hizo, desde Temuco,  al entonces ministro del Interior Pedro Aguirre Cerda, solicitando un traslado a un lugar no extremo en clima ni alejado de Santiago. Su petición fue atendida, y el 14 de mayo de 1921 se inauguró el Liceo de Niñas N.° 6, creado por Decreto Supremo N.° 1342 bajo la presidencia de Arturo Alessandri Palma, con Mistral como su primera directora.

El nuevo liceo comenzó a funcionar el 18 de julio de 1921 en el antiguo Palacio Bravo, en calle Chiloé 1879, con una matrícula inicial de 126 alumnas. Desde el primer día, Mistral imprimió un sello pedagógico distintivo, orientado a la formación integral, la lectura, la cultura y las artes. Promovió el pensamiento crítico entre las estudiantes y consolidó una comunidad escolar apoyada por artistas, intelectuales y profesionales cercanos a su visión educativa. Su lema —“todo para la escuela, muy poco para nosotras mismas”— sintetizaba la ética de entrega que impulsaba su labor.

Por iniciativa suya, el establecimiento adoptó el nombre de Teresa Prats de Sarratea, educadora destacada y nieta de Andrés Bello. Décadas más tarde, el proyecto educativo del liceo continuaría inspirado en principios mistralianos, orientados a la innovación curricular, la formación docente y la mejora continua.

Su estadía en el Barrio Huemul y su dirección del liceo representaron la última etapa de su vida en Chile antes de iniciar su carrera internacional. Desde allí, en julio de 1922, dejó su cargo para viajar a México invitada por José Vasconcelos, secretario de Educación, para integrarse a la reforma educativa de ese país. Este viaje marcaría el inicio de su reconocimiento continental y el despliegue de una visión pedagógica que había sido moldeada, en gran medida, por su experiencia formativa y profesional en Santiago.

 

 Fachadas barrio huemul a 1920.

 

 Fachadas barrio huemul a 1920.

 

Gabriela Mistral 1917. Archivo del Escritor. Colección Gabriela Mistral, Biblioteca Nacional.

Un funeral ciudadano en la comuna de Santiago

Tras su fallecimiento en Nueva York en enero de 1957, el cuerpo de Gabriela Mistral fue recibido en Santiago con un masivo acto de homenaje. Entre los días 18 y 21 de enero, sus restos fueron velados en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile, donde se instaló una capilla ardiente que recibió a más de 170 mil personas, según las crónicas de la época.

El 21 de enero, el féretro salió rumbo a la Catedral de Santiago en medio de manifestaciones públicas de respeto y admiración. Este funeral ciudadano constituyó uno de los momentos de mayor expresión de duelo colectivo en la historia cultural del país, reafirmando el lugar central que la poeta ocupaba en la vida nacional y en la memoria de la comuna.

Su último viaje al país en septiembre de 1954. Fue invitada por el Presidente Carlos Ibáñez del Campo, en homenaje a su trayectoria. Archivo patrimonial MHN.

Gabriela Mistral de espalda saludando al pueblo chileno a su llegada al país. Archivo del Escritor , Colección Gabriela Mistral, Biblioteca Nacional.

 

 Interior del Salón de Honor de la U. de Chile, Revista El Paracaídas, 12º edición.

 

El féretro de Mistral llegó en carroza recorriendo la Alameda a la Casa Central de la U. de Chile, Revista El Paracaídas, 12º edición.

 

Mistral estuvo tres días en el Salón de Honor de Casa Central, tras lo cual sus restos fueron llevados a la Catedral para luego hacer su funeral,Revista El Paracaídas, 12º edición.

Legado vigente: los Juegos Literarios Gabriela Mistral

La Municipalidad de Santiago mantiene vivo su legado a través de los Juegos Literarios Gabriela Mistral, reconocimiento destinado a destacar a escritoras y escritores que aportan a la creación literaria nacional. Este certamen honra la trayectoria de la poeta y reafirma el compromiso municipal con la promoción de la literatura y el fortalecimiento de la identidad cultural de la comuna.

Lugares mistralianos en Santiago: memoria y territorio

Diversos espacios de la comuna conservan huellas materiales y simbólicas del paso de Gabriela Mistral por Santiago. Estos lugares conforman un mapa mistraliano en Santiago, que permite comprender su relación cotidiana, académica y cultural con la ciudad.

Entre ellos destacan:

  • Casa de Waldo Silva, Barrio Huemul, donde vivió entre 1921 y 1922.
  • Liceo Teresa Prats de Sarratea (ex Liceo de Niñas N.° 6), lugar donde ejerció como primera directora.
  • Museo de la Educación Gabriela Mistral, en Compañía 3150, edificio donde obtuvo su habilitación como profesora en 1910.
  • Sala Gabriela Mistral en Museo de Arte Colonial Iglesia San Francisco dedicada a la poeta chilena y en donde se preserva la medalla del Premio Nobel de Literatura (1945) junto con objetos y reconocimientos personales.
  • Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), ubicado en la Alameda, que retoma su nombre histórico vinculado al legado cultural de la poeta.
  • Galería Gabriela Mistral, espacio de exhibición de arte contemporáneo dependiente del Ministerio de las Culturas, fundado en 1990.
  • Sala Museo Gabriela Mistral en la Universidad de Chile y la sala museo en el Convento Franciscano, ambas con objetos personales, documentos y reconocimientos vinculados a su vida y obra
  • Mural “Homenaje de la ciudad de Santiago a Gabriela Mistral”, creado en 1970 por Fernando Daza Osorio, en el costado oriente del Cerro Santa Lucía.

El mural a Gabriela Mistral en el Cerro Santa Lucía fue inaugurado en octubre de 1971 y tuvo restauraciones en 1997. En él se muestra a la poetisa con una de sus manos extendida hacia un niño y con la otra sosteniendo un libro. Al lado derecho y frente a una montaña, una mujer indígena sostiene un niño. A la izquierda, grupos de hombres realizan trabajos, en primer plano trabajan el trigo, atrás, en la industria. Los niños que salen de la faena son los únicos despiertos, los demás duermen.

Dormida, Poema leído por Gabriela Mistral en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Washington, D.C. en el año 1950 , Archivo Audiovisual. Colección Archivo de la Palabra, Biblioteca Nacional de Chile.

La Manca, Poema leído por Gabriela Mistral en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Washington, D.C. en el año 1950 , Archivo Audiovisual. Colección Archivo de la Palabra, Biblioteca Nacional de Chile.

Miedo, Poema leído por Gabriela Mistral en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Washington, D.C. en el año 1950 , Archivo Audiovisual. Colección Archivo de la Palabra, Biblioteca Nacional de Chile.

La Casa, Poema leído por Gabriela Mistral en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, Washington, D.C. en el año 1950 , Archivo Audiovisual. Colección Archivo de la Palabra, Biblioteca Nacional de Chile.

  • Mistral, Gabriela, Desolación, Santiago: Editorial Nascimento, 1923, Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

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  • Munizaga Ossandón, Julio, 1888-1924, compilador, El Libro de los juegos florales, Edición facsimilar de: Los primeros Juegos Florales de Santiago: glosas i madrigales, Primera edición, diciembre de 1914, Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

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  • Mistral, Gabriela, Lecturas para mujeres: destinadas a la enseñanza del lenguaje, México: Editor no identificado, 1924, Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

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  • Palabras pronunciadas por Gabriela Mistral cuando recibió el Nobel, Texto mecanografiado. Donación de Doris Atkinson en el año 2007 a la Biblioteca Nacional de Chile, Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

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  • Manuscrito en tinta, Donación de Doris Dana y Laura Rodig en 1965 a la Biblioteca Nacional de Chile, Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

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  • Mistral, Gabriela, Motivos de San Francisco, Santiago de Chile: Editorial del Pacifico, 1965, Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

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  • Mistral, Gabriela, Tala: poemas, Buenos Aires: Sur, 1938, Colección: Biblioteca Nacional de Chile.

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Lucila Godoy Alcayaga, más conocida como Gabriela Mistral, tuvo un paso significativo por nuestra comuna. Desde la primera vez que usó su seudónimo, hasta la casa donde vivió y los homenajes realizados después de su muerte, descubre algunos hitos que dejó la escritora en Santiago.