Pepe Fuentes y la cueca en Santiago

La música popular y la cueca están de duelo en Chile, ha fallecido con casi noventa años, de uno de sus cultores más emblemáticos: Pepe Fuentes.

José Concepción Fuentes Pacheco, nacido en Nueva Imperial en 1931, se convirtió desde muy joven en un músico talentoso en medio de la bohemia de Valparaíso a mediados de los años 40. En el puerto integró varios conjuntos como Los Reseros, Los Troveros Porteños y los Hermanos Clavero, con grandes músicos como el acordeonista Hernán Bahamondes.

En 1954 formó parte de Fiesta Linda, uno de los más importantes y populares conjuntos de música típica y de raíz folclórica chilenos, junto con el autor y compositor Luis Bahamonde Alvear, la cantante Carmencita Ruiz y el guitarrista Ricardo Acevedo. Con este conjunto Pepe Fuentes entró de lleno en los circuitos principales de la música popular de su época, participando en grabaciones para el sello RCA Victor y en presentaciones en radios, quintas de recreos y otros escenarios de Valparaíso y Santiago, entre otras ciudades del país.

A principios de los años 70 participó en Argentina de la agrupación Los Wawancó, considerada como una de las primeras bandas multinacionales de música tropical, formada por músicos argentinos, costarricenses, peruanos y colombianos. Viajó luego a Europa con destino a ciudades de Italia, España y el oriente medio. Se estableció en Barcelona donde se unió al dúo de música tradicional formado por los viñamarinos León y Ríos, con quienes finalmente volvería a Chile en 1982.

Con las restricciones propias de la dictadura y bajo estricto toque de queda, la vida bohemia y nocturna en el país estaba muy alicaída, sin embargo Pepe Fuentes logró presentarse en los escenarios del Pueblito del Parque O’Higgins, el Sindicato de Folcloristas y Guitarristas de Chile, del que es socio fundador, en algunas sedes de sociales, sociedades gremiales y restaurantes. En esta época tocó en algunos de los locales administrados en Santiago por los hermanos Pedro y María Esther Zamora, hijos del afamado cantante y acordeonista Segundo Zamora, mejor conocido como el Guatón Zamora, el creador de cuecas como «Adiós, Santiago querido».  Con la hija del Guatón Zamora inició un dúo que al poco tiempo los convirtió en matrimonio en 1989.

A finales de los 80 Pepe Fuentes participa de Los Pulentos de la Cueca, uno de los conjuntos que hicieron de vínculo entre el repertorio histórico y la revalorización del gusto cuequero en manos de músicos jóvenes y ante audiencias nuevas en los años ’90, como el grupo Los Tres y Álvaro Henríquez.

El año 2014 publicó su autobiografía en verso en el libro A la pinta mía, con un registro en primera persona de sus memorias, estrofas y viajes tras una vida completa consagrada a la música y una completa investigación de David Ponce. En la presentación del libro Mario Rojas lo describe como “un fiel exponente de un quehacer, hoy casi extinto, pero fundamental en la época en que Chile contaba con una próspera industria musical […]: el guitarrista de sesión”.

Ese mismo año recibió, junto con María Esther Zamora, con quien es Miembro de Honor del International Art Council – United Nations Of The Arts, el Premio Municipal de Arte en el género Artes Musicales y el Premio Nacional de Música Presidente de la República, en la categoría de música folclórica.

Con la partida de Pepe Fuentes la vieja casona roja de Av. Matta 483, la Casa de la Cueca, deja a María Esther Zamora sola a cargo de un legado inmenso y el reconocimiento de haberla convertido en el reconocido rincón cuequero más emblemático de Santiago, desde hace casi 40 años.